domingo, 24 de abril de 2011

Hace quince días

Hoy no quiero sentirme alegre, no quiero sentirme bien, no ser encantador, en realidad, no quiero ser nada, porque estás mal, porque no ves lo maravillosa que puedes llegar a ser, si pudieses verte sin ese estúpido filtro de melancolía que no te deja salir de tu mundo, del mismo que se está convirtiendo en una fábrica de dolor y en un devorador de amor propio, si pudieses verte con mis ojos, aunque fuese solo durante un segundo, estoy seguro de que te recuperarías y tu sonrisa volvería a hacer que el mundo fuese un poco mejor. Eres demasiado dura contigo, todos cometemos errores y en realidad me he dado cuenta de que tu error quizás solo sea yo.

*Porque, fíjate bien en mí, estoy en el mejor momento de mi vida, ya solo me como la cabeza unas tres veces por hora, mis piernas ya delgadas de por si apenas sirven para sostenerme, mis entradas parecen un abono de temporada, el pelo de la cabeza va cayendo sobre mi cuerpo y allí se reproduce como los ácaros en una almohada, mis músculos (perfectamente formados, por cierto) no se atreven a salir, ocultándose detrás de enormes capas de grasa, mi modulada voz ahora encima está adornada de una perenne tos, no se si de fumador o de asmático, mis dientes parecen hojas de girasol por el tonillo amarillo que van cogiendo y por el olor a pipa tostada que desprenden. Bueno, podría seguir así durante horas, y a pesar de todo esto no te importa acompañarme en este duro camino que nos ha tocado. Y tú en cambio, cada día mejor, más lista, más guapa, más dulce, más de todo lo bueno y a pesar de todo esto deprimida, ay, lo tengo que arreglar, de alguna manera lo voy a arreglar, porqué una de las pocas cosas que vale la pena en mi vida no puede estar mal, sobre todo si es posiblemente la mejor persona del mundo.

* Nota para posibles futuras amantes, la descripción que hago de mi mismo es solamente una licencia poética, para contactar con el autor ya sabéis correo o Facebook.

Besos otro día más.

No hay comentarios: