sábado, 7 de mayo de 2011

BODA REAL

La Reina Isabel y su consorte habían decidido volver a palacio sin acudir al banquete nupcial de su nieto, había un motivo, aparte de no presenciar el casi seguro ridículo que protagonizaría Henry, como casi siempre que había alcohol por medio.
(Por favor los diálogos imaginarlos con acento británico).

- ¡Vamos Felipe!- le apremió la Reina- tenemos mucho trabajo por hacer, y ya es tarde. Yo cuento lo de las monarquías y tú lo de los plebeyos. Teníamos que haber invitado a más plebeyos, son más generosos.
- Te parece poco plebeya la familia de la novia, que asco de tiempos, como si fuese poco Sarah y Diana, ahora Pippa y Kate, esto más que una corte parece un...

El duque fue interrumpido por los golpes que llamaban a la puerta del salón real.

La reina ordeno que pasasen. Hasta en eso mandaba ella.

- Majestad, los sobres, separados como ordenó. Los presentes de las monarquías en bolsas de Prada, y los de los plebeyos en bolsas de supermercado. No se han mezclado en ningún momento.
- Gracias Fermín puede retirarse- el mayordomo no se llamaba Fermín, pero la reina mujer de tradiciones, llamaba Fermín a todos los lacayos y Bautista a todos los chóferes. A pesar de esto el criado se retiró una vez que una corte de sirvientes dejaron en el salón tres bolsas de Prada y treinta y siete de Carrefour sobre la mesa del salón

La Reina tras descalzarse se acomodó en el sofá y comenzó el recuento de dinero.
El Duque a su vez, comenzó a contar sentado en la alfombra el dinero que emergía de los sobres entregados por los plebeyos, acarició un pie de la reina, con tal de no trabajar, era capaz de hacerle el amor a su mujer a pesar de lo poco atractiva que le había resultado siempre.

- Querida estás preciosa de amarillo, pareces Tweete, por lo graciosa- el tono meloso en que lo dijo enterneció a su Majestad.
- Ay cariño, ahora no, tenemos mucho trabajo, tenemos que pagar el restaurante, hemos quedado en que iríamos esta noche.- El Duque casi agradeció ser rechazado, y un suspiro de alivio se escapó de su boca, su esposa creyó que era de decepción y sonrió al que tiempo que pensaba que quizás más tarde.- ¡Mira! El sobre de la Casa Real Española, a ver si son tan generosos como la última vez.- La cara de la Reina pasó de la alegría a la estupefacción.- ¡Trescientos euros! Solo trescientos euros, y con lo que ha comido la Leticia esta, que está en los huesos pero como traga, como han cambiado los tiempos, que pena. Por lo menos lo podían haberlo cambiado en libras.
-Isabel, creo que no nos va a alcanzar, como esto siga así los chicos no se van a poder ir de viaje de novios, teníamos que haberlo cargado a las arcas del estado, y no teníamos que haber cogido el menú A, es mucho más caro y total por cuatro gambas de más, además con una hora de barra libre habría llegado. Bueno a Henry no le habrían llegado ni tres días de barra libre, ja ja.
- Ahora ya está hecho, si no alcanza para el viaje, acuérdate de decirle a Fermín que mande las fotos de los hermanos de Kate a la prensa americana, así desviamos la atención y convendría que a William le enviasen de misión pronto, así disimulamos.

Siguieron contando dinero hasta altas horas de la madrugada, fueron a pagar el restaurante personalmente, y como ya sabéis, al final no les alcanzó para el viaje de novios.

Besos otro día más.

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