jueves, 27 de diciembre de 2012

The End Of The World

¡Me cago en los Mayas! ¡Me cago en sus predicciones y en el Director de "Año Cero"!

El 20 de noviembre leí un artículo sobre el fin del mundo predicho por los Mayas, todo venía perfectamente explicado, que si alineación planetaria, que si iba a reventar la tierra desde dentro, que si inversión de los polos, etc... Después comenzaron a aparecer señales abrumadoras de que todo esto era verdad. Mi increíble nómina menguante, Berlusconi diciendo que se presenta otra vez y que se  va a casar con una mujer de 27 años (que es joven hasta para mí),  Israel y Hamas en guerra, una matanza llevada a cabo por un perturbado en Estados Unidos, Políticos españoles llevándose dinero a Suiza, Tarradellas y Companyis revolviéndose en sus tumbas al ver cierto pacto, el PSOE desorientado y con sus líderes dándose puñaladas traperas entre ellos, el PP gobernando, el mundo Árabe revuelto, la vuelta de Belén Esteban a televisión, el PP gobernando...Visto ahora no se donde estaban las señales, esto está pasando casi todos los días (que pena de mundo), en fin a lo hecho pecho.

A la vista de todas estas señales y tras pasar el Puente de la Constitución en familia vi claro que la profecía parecía ser cierta, y yo no podía quedarme a la espera de que se rompiera el Séptimo Sello sentado en el sofá.

Al principio lo que más me costó fue decidir si pasar los últimos días del planeta dedicado al hedonismo o bien luchar por salvar este maravilloso mundo en el que hasta el más tonto puede ser Presidente de Autonomía o incluso de un país, al final, aunque lo que más me apetecía era darle gusto al cuerpo, como había comprado unos décimos para el Sorteo de Navidad y no era cuestión de que se desperdiciasen, el día 18 de Diciembre tras conseguir realizar uno de mis sueños, abandoné definitivamente el club gastronómico "Chirla y Nabo"  tras una semana de ejercicios, digamos, espirituales y opte por lo segundo. Iba a salvar el mundo.

El tiempo apremiaba, pero ya había urdido un plan, estaba claro que toda esta situación tenía que ver con las ciencias ocultas y la magia negra, así que me dirigí a la vivienda del mayor experto del mundo en magia y en todo lo que la razón humana no alcanza a comprender.

Se encontraba en el centro de Madrid, en un antiguo palacete que debía haber inaugurado Felipe II, cuando llegué me encontré la puerta abierta y dentro pude ver a un coro de unas veinte señoras que habían abandonado la tercera edad para adentrarse en la cuarta, estaban desnudas cantando de forma bastante desafinada "Pescador de Hombres", me quedé anonadado, y a pesar de la falta de ritmo, de voz, de talento y a alguna tos a destiempo, no pude dejar de soltar una lágrima. Esta canción siempre me toca la fibra. Ayyy, pero no estaba para regodearme en el arte de la lírica litúrgica, así que me continué hasta el interior de la casa.

Allí estaba él, el gran Paco Porras,  llevaba media calabaza vacía con el rabo en el centro de la cabeza a modo de gorro, iba vestido con un batín púrpura de seda, que llevaba abierto dejando ver su esbelta figura y unos calzoncillos ajustados de algodón que algún día debieron ser blancos, sus ojos saltones y azules me miraron, con un leve tartamudeo me dijo:

-Por fin has llegado, te lo has tomado con calma.-Me decepcionó un poco, lo había imaginado un poco más alto- Ponte esto.

Sin darme tiempo a hablar, me colocó la otra mitad de la calabaza como sombrero.

- Como sabía que iba a venir. Y para que es esto. - La calabaza estaba húmeda y chorreaba.

- Te he llamado a Efebo´s para practicar la ortomancia, no se porqué no ha venido Mohamed...

- No, yo vengo para ver si sabe algo sobre el fin del mundo y si es cierto o no.

Entro un joven árabe en el salón, con una sonrisa perfecta y una camisa que se ceñía sobre su musculoso cuerpo. Paco Porras con una mirada pícara me pidió que saliese y que lo esperase en el salón de la casa.

Decidí esperar en la calle cuando el coro atacó, nunca mejor dicho, "Tengo el Corazón Contento".
La poca gente que pasaba se me quedaba mirando, todavía llevaba la calabaza, me metí en el portal, cuando vi al chico árabe salir corriendo y dando gritos hacía el interior al tiempo que levantaba el puño de forma amenazante.

Comencé a dudarde mi decisión de recurrir a él,  cuando salió vestido únicamente con el batín que por cierto llevaba completamente abierto por delante, tras esta espeluznante visión decidí salir por patas, intentó agarrarme mientras me pedía que pasase con él, que me iba a enseñar un par cosas, todo esto mientras me miraba de forma lasciva, le tiré mi media calabaza y salí corriendo...

Continuara o no....