En el año 1024, Muhammad III, tras asesinar a su primo, ascendió al trono de Córdoba, su año de gobierno había sido, digamos que un poco tumultuoso, marcado por un gobierno cruel y sanguinario. Ante la llegada de un nuevo pretendiente al califato se vio obligado a huir disfrazado de mujer. Acompañado por su guardia personal y tras secuestrar a su propia hija Wallada, (la más bella de Córdoba, pelirroja, de ojos azules y con la personalidad más fuerte del universo, y posiblemente la poetisa más importante de la Edad Media), comenzó su marcha hasta Zaragoza. Había planeado que una vez llegasen a Zaragoza, usar a su hija como moneda de cambio para sellar alguna alianza que le ayudase a asentar su poder.
En su huida, Muhammad III, decidió hacer parada en la fortaleza de Uclés, donde el señor aún le era fiel, se encontraba a medio camino entre Zaragoza y Córdoba. Allí mantuvo a Wallada encerrada en la torre, a su aposento solo se permitía el paso de alguna criada, mientras la puerta estaba custodiada por un par de guardias.
Un breve inciso, Wallada tenía una amiga, un alma gemela, un par de años mayor, Alexa (gracias a Dios estamos en el medievo, os imagináis llamarte así ahora, y que cada vez que te llamen conteste una máquina en el salón. Perdón, seguimos). Se habían criado juntas, lo que una tenía de fuerte y ágil, la otra de hábil escribiendo y manipulando con la palabra, ambas inteligentes, Wallada espectacular y Alexa simplemente bella. De Wallada nos han llegado cientos de poemas, aunque solo uno dedicado a su amiga y de este solo una pequeña descripción " mi fuerza, mi ancla, mi hermana/Hermosa flor de otoño, fuerte como diez hombres/ con los reflejos y agilidad de un gato/ con tu sonrisa, que es una brisa de aire fresco en verano/ y el calor del fuego en invierno/mi apoyo, mi alivio, mi hermana/la cara de niña que es el sueño de todo hombre// de todo hombre que no me sueña a mí...". A Alexa le llamaba la flor otoño, hermosa y de apariencia frágil, pero tan fuerte como un roble, y ella se sentía una serpiente que mordía con el veneno de su palabra.
Cuando el padre de Wallada alcanzó el poder, Alexa tuvo que huir, ya que el malnacido sabía que si Alexa permanecía con su hija, no podría dominarla, por lo que puso precio a su cabeza.
Wallada, encerrada en su torre pensaba en su amiga, y porque negarlo, en alguno de sus amantes, una mujer de fuego, no se va a volver de hielo. Creía que su amiga se había embarcado hacía Mahón, en uno de los barcos que partió a los pocos días de la subida, o más bien escalada, al trono de su padre.
En realidad se había refugiado con unos agricultores junto al río Tajuña, en una zona famosa por sus peras, al final como tenía alma de líder, los guió hacía el sur, deseaba volver a Córdoba con su amiga.
Y aquí empieza la magia, es que os lo cuentan y no lo creéis, Alexa y sus refugiados llegaron a Uclés un día antes que la menguada corte. Acamparon en el exterior de la muralla, y cuando vio a su amiga a lo lejos, supo que tenía que actuar. Esa misma noche, se puso su peto de cuero, con una flor y una serpiente en el pecho, regalo de su amiga, y cuando oscureció, con gran sigilo y agilidad, trepó hasta lo alto de la torre, pudo ver la ventana de su amiga y entrar.
Que os voy a contar, lágrimas, abrazos, besos, comenzaron a hablar, y la emoción las hizo descuidadas. Uno de los guardias corrió a avisar a Muhammad de que en la habitación de su hija se oían voces, obviamente no osó entrar sin la presencia de un superior, entraron los dos guardias, el señor del castillo y el califa, éste cuando vio a Alexa, se puso rojo de ira, y grito "¡¡¡ ASQUEROSA!!!"
- Si tú me llamas asquerosa, lo tomare como un halago- respondió Alexa que apretando los labios se arrojó contra Muhammad, el cual cayó rompiéndose el cuello.
Wallada entonces se interpuso entre los guardias y su amiga. Con toda la fuerza de su mirada dirigida al Señor del castillo consiguió que este hiciese salir a los guardias, le pidió unos minutos con su amiga. Esto se explica en que el Señor de la Torre no las tenía todas consigo al refugiar a Muhammad, y ahora se abría un nuevo camino a su paso del que no sabía como salir. Y es que además no habéis visto a Wallada...
Una vez a solas con Alexa, hablaron y planearon el próximo paso, Wallada haría correr el rumor de que su padre había muerto envenenado, pero mientras, debía huir y pasar desapercibida. Al final decidieron que se fuesen a unas tierras en la Vega de Granada que desde hacía unos minutos era propiedad de Wallada.
Alexa, con el beneplácito del Señor de Uclés, pudo partir con su gente, instalándose en las fértiles tierras proporcionadas por Wallada, esas tierras pasaron a llamarse de la Asquerosa, ya que a pesar de que al final, Wallada consiguió imponer el rumor de que su padre había muerto envenenado, hubo mucha gente que supo la historia de la muchacha que libró a Al-Ándalus de un tirano. y de la última palabra que este pronunció, por lo que el pueblo que acabó naciendo a cuatro leguas de Granada se llamó Asquerosa.
AÑO 1091
Wallada está en su palacio de Córdoba, le acompaña Alexa y un nigromante muy poderoso, han tenido una vida llena de aventuras y felicidad. Ahora los Almorávides están a punto de entrar en Córdoba (los Almorávides eran los talibanes de la época, la misma mierda de siempre). Wallada y Alexa, que han sido mujeres independientes, cada una a su manera, no piensan vivir ni un segundo sirviendo a esa escoria. El nigromante les ha prometido que sus almas se encontraran al cabo de mil años de su anterior reencuentro. Les da igual si es cierto, prefieren morir con esa ilusión. Se desangran lentamente en un cuenco en el que está su símbolo de la flor y la serpiente, una última sonrisa y un adiós, mientras se duermen. Una vez han muerto el nigromante quema la sangre junto al símbolo. El símbolo les servirá a modo de señal para encontrarse en el futuro.
AÑO 2023
Os estaréis preguntando que tiene esto que ver conmigo, ahora os cuento, tras la resolución de mi último caso (que no viene al caso-valga la redundancia- pero que me proporcionó pingües beneficios y aumentó mi reputación, ganándome el mote del Miguel Ángel de la investigación), me fui a celebrarlo con los clientes a un karaoke en el centro de Córdoba, cuando me bajé de cantar desgañitado "Granada", mientras observaba como el resto de la gente se destapaban los oídos con cara de alivio, una mujer se me acercó, (descripción rápida: cuerpo de Salma Hayek en Abierto hasta el Amanecer y cara y pelo de Nicole Kidman a los 30 años, ¡Gensanta! ¡Dios de mi Vida!" ). Como decía, se me acercó y me dijo, "supongo que con lo mal que cantas lo demás lo harás muy bien". O algo así, la verdad es que estaba algo borracho.
No se como, pero acabamos retozando juntos en una especie de palacio en el centro. Cuando desperté y la vi a mi lado, no daba crédito, comencé a acariciarle un tatuaje que tenía en el omóplato derecho, con una flor y una serpiente. Se despertó, me sonrió, me dio un beso (el último, hasta ahora). Se levantó, se puso un albornoz, y me dijo:
- Había pensado en contratarte, pero se que esto es mejor. La marca de mi espalda, no es un tatuaje, es de nacimiento...
En resumen, su madre se había obsesionado con esa marca, y comenzó a indagar, descubriendo toda la historia que os conté antes. Ella, la nueva Wallada, de la que no diré su actual nombre para mantener intacta su reputación, sabiendo de la mía, había decidido contratarme para que encontrase a su alma gemela, pero en vez de eso sabiendo como era yo, decidió acostarse conmigo. Ahora la condición era que cuando encontrase a la nueva Alexa, y solo cuando la encontrase, se volvería a acostar conmigo.
Así que por favor, si conocéis a una chica que responda a esta descripción: " mi fuerza, mi ancla, mi hermana/Hermosa flor de otoño, fuerte como diez hombres/ con los reflejos y agilidad de un gato/ con tu sonrisa, que es una brisa de aire fresco en verano/ y el calor del fuego en invierno/mi apoyo, mi alivio, mi hermana/la cara de niña que es el sueño de todo hombre// de todo hombre que no me sueña a mí...", y que ademas lleve una serpiente y una flor, llamadme rápido, muy rápido.
EEG, bicos, otro día más.
