jueves, 8 de julio de 2010

TONTERIAS

Había una vez hace muchos, muchos años en un pueblo muy pequeño, una niña de pelo azabache y ojos castaños, de buen corazón y mal carácter, a la que su madre le regaló una caperuza de un color rojo muy intenso, a la niña le gustó tanto la caperuza que solo se la quitaba para dormir, por lo que en el pueblo todos pasaron a llamarle caperucita roja, y guarra, ya que la caperuza poco a poco fue llenándose de manchas, porque al no quitársela su madre no podía lavarla.

Un día la madre de caperucita, la mandó a casa de su abuela a llevarle comida, en un cesta que había llenado con miel, un par de bocadillos de panceta, cuatro chorizos del Bierzo, y cuatro tarros de pimientos, avisó a la niña que en ese momento contaba con siete años de que fuese por el camino que rodeaba el bosque y no por el atajo que lo cruzaba, caperucita le prometió que así lo haría.

Caperucita se puso en marcha y al llegar a la bifurcación de los dos caminos optó, como todos suponéis por el atajo que atravesaba el bosque. Caperucita pronto se arrepintió de su decisión ya que los árboles adoptaban formas misteriosas y se oían ruidos de todo tipo, continuo caminando y caminando entre temblores, cuando de repente un lobo pasó corriendo delante de ella, rozándola, y haciéndola caer de culo, viendo como el animal gris se alejaba, a toda velocidad.

INCISO: El lobo la había visto con la cesta y la olió, este es un lobo de cuento así que puede pensar, dedujo ya que sabía que al final del bosque solo esta la casa de la abuela, que la niña iría hacía allí y aprovecharía para atrapar a esta y a la abuela cuando le abriese la puerta, así que se puso en marcha y adelantó a la niña.

Cuando caperucita llegó a la casa de la abuela con el pulso acelerado y los nervios a flor de piel, llamó a la puerta y abrió su abuela.

-PERO QUE SUCIA ESTAS, ES QUE NO TIENES MÁS ROPA QUE ESA APESTOSA CAPERUZA, PASA ADENTRO QUE TE VOY A LIMPIAR.

En ese momento saltó el lobo de detrás de unos matorrales, gritando:

- YA SOIS MÍAS

Pero el lobo cometió un error y fue no ver que en la mano derecha la abuela llevaba una sartén, la cual aprovecho este hecho y dándole un golpe en la cabeza derribo al lobo, continuó decorando el cuerpo de este con numerosos moratones, a lo que el lobo no paro de quejarse y de suplicar por su vida.

- HOSTIA! UN PERRO QUE HABLA.-dijo la abuela emocionada y pensando en el negocio que iba a conseguir.

Lo metieron en la casa y lo asearon, caperucita, rompió su sucio abrigo y con el le confeccionó un lazo precioso con el que adornó el cuello del lobo, en este momento ya solo un perro que hablaba. Cuando despertó se encontró atado, bañado y perfumado y amarrado con una enorme cadena en el patio de la abuela.

Tiró de la cadena, la intentó romper desesperado, se lanzó varias veces intentando arrancarla, cuando, la abuela al darse cuenta le pegó otro sartenazo, dejando al pobre animal otra vez sin sentido.

Cuando este despertó se encontró dentro de un camión en marcha, pudiendo ver a la abuela junto caperucita, la abuela estaba contando mucho dinero…


Besos, otro día más...

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