viernes, 5 de marzo de 2010

Está lloviendo con suavidad, con delicadeza, como debe llover, las gotas de lluvia que caen te acarician el rostro, empapandote con suavidad, no quieres apurar el paso, el aire es templado, no sientes frío y aunque un poco mojado, estás a gusto sintiendo esta lluvia, acabas de estar con ella, caminas despacio, con las manos metidas en los bolsillos de tu cazadora, aún sientes el último beso en su portal, la acabas de dejar en casa, y sonríes, no puedes evitarlo, mientras, la lluvia sigue resbalando por tu cara. Eres el chico más feliz del mundo, no te cambiarías por nadie, le gustas tanto como ella a ti, ahora lo sabes, quieres llegar a casa y escuchar tus canciones favoritas, mientras miras sus fotos, pero, quieres seguir sintiendo la lluvia en tu cara, mientras sientes que su calor aún en ti, te va dejando poco a poco, como el rastro que vas dejando por la calle, sabes que mañana volverás a sentirlo, que mañana volverás con ella....
Maldito coche, que pasó sin verte, demasiado rápido para como estaba la noche, era imposible que el conductor te viese en la penumbra, con tu manía de llevar ropa oscura, y tú, ensimismado como estabas, en sentir todo a tu alrededor para conseguir hacer esta noche aún más mágica de lo que había sido, no te diste cuenta de que venia, no sentiste el ruido del motor, ni de lo que se te echaba encima, y pasó lo que tenía que pasar...
Un instante, un momento, y todo desapareció, pasó como un tsunami, arrasándolo todo, pisó un charco enorme que había a tu lado empapándote de verdad, y asustándote, borrando de golpe todos tus recuerdos agradables, tu dijiste una sola palabra CABRÓN!!!, el dio un bocinazo, y siguió su marcha. Te miraste de arriba a abajo, empapado, ahora si que estabas mojado de verdad, los recuerdos de esa noche se habían destruido en el maldito charco, comenzaste a recomponerlos y volviste a recordarla y a recordar las caricias de esa noche y otra vez comenzaste tu paseo, silbando tu balada favorita mientras pensabas en su nombre...
Me estoy volviendo un romántico empedernido, mañana mataremos a alguien, hoy no, pobrecillo. En fin un día de estos más, la próxima vez habrá violencia, besos...

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