Lo primero advertir a los estomagos delicados, voy a intentar escribir algo completamente asqueroso, voy a intentar superarme a mi mismo, así que si no quereís vomitar, iros a leer otra cosa. Besos, no me pasa nada, es que me ha dado por aquí.
Era siete de abril de 2013, yo con cuarenta años y vagando destrozado por las calles, mi novia acababa de dejarme, por teléfono, os lo podeís creer, por teléfono, estaba deshecho, y sin un duro ya que la pensión para mi exmujer y los niños, se llevaba el setenta por ciento de mis ingresos, mis vacaciones a la mierda, porque encima estaba de vacaciones, me había dejado porqué había encontrado a Dios y entre El y yo, al final había escogido a nuestro padre redentor, y esa era la última llamada que hacia por un teléfono ya que había esperado al último momento, justo hasta antes de entrar en un convento del que no me decía el nombre para que no la buscase...Decidí aprovechar mis vacaciones para intentar ganar algún dinero, así que me acerqué al hospital donde trabajaba de encargado de pruebas médicas un primo mío con el que no me llevaba bien, me acerqué para preguntarle si tenía algo para mí. Tras dar un par de vueltas a la habitación me dijo "Te veo muy mal, hecho polvo, decaído y calvo, creo que eres el hombre ideal, aunque te aviso, te puede costar la vida, casi con toda seguridad te costará la vida, pero creo que te da igual. No me interrumpas, déjame que te explique, cobrarás medio millón de euros y las pruebas duraran un mes, consisten en medir la resistencia del ser humano a la inmundicia y a la pestilencia, una vez que ingreses, te encerraremos durante un mes, al cabo del cual podrás salir, pero tendrás que eximirnos de toda responsabilidad, te ingresaremos el dinero por adelantado, no lo podrás gastar, y te daremos una baja de un par de meses para tu trabajo. He de advertirte que aunque al final consigas sobrevivir, igual te queda alguna tara permanente. El dinero es mucho, y aunque mueras, por lo menos dejaras a tus hijos con una economía saneada."
Acepte, que otra cosa podía hacer, estaba al borde del suicidio, tenía la sensación de que mi último tren acababa de pasar, y así al menos, aunque luchase por mi supervivencia, si moría no me importaría demasiado ya que al menos dejaría este mundo algo mejor para los míos.
Firmé decenas de papeles, me hicieron pruebas para comprobar mi salud, antes de firmar mi último papel me hicieron el ingreso del medio millón, era rico y no podía gastar ni un céntimo.
Me desnudaron y me metieron en una sala, amplia, blanca, completamente iluminada, en la que solo había una cama, tenía las paredes acolchadas, y unos cuatro metros de altura, justo a la altura del techo colgaban unas pantallas que rodeaban la estancia, pantallas y una cama, ni una mesa ni una silla, ni nada, en uno de los extremos había cinco trampillas, una muy pequeña de unos cinco centímetros de diámetro, otra más grande y las otras tres del tamaño de un plato llano de tamaño normal y tamaño cuadrado. Estaba fijandome en estos detalles, cuando, en una de las pantallas, apareció mi primo, con sus gafitas y su cara de lagarto, comenzó a hablar, "Solo lo voy a explicar una vez, no habrá más comunicación hasta terminar, el experimento, te lo voy a explicar, beberás por la trampilla pequeña, con un artilugio que se te dará, tendrás que tener cuidado, ya que solo se te dará uno al día y se rompen con mucha facilidad, para evitar el suicidio por ahorcamiento, la trampilla más grande es para que puedas orinar y defecar, y por las otras tres, se te dará la comida todos los días se abrirán una vez, con tres platos diferentes, y permanecerán abiertas, para que puedas comer cuando te apetezca, sobre tu cama desde ahora, habrá un palomar, no hay mantas ni nada con lo que puedas cubrirte, así que tendrás que elegir entre dormir en el suelo desnudo o sobre un colchón lleno de excrementos de palomas, nadie entrará a limpiar ni te daremos con que asearte durante la prueba, procura ser pulcro, je je je, adiós" . De repente desapareció de la pantalla y en estas aparecieron, textos, VAS A COMER VÓMITOS, VAS A BEBER SANGRE, así continuamente en un scroll continuo, el mismo texto, durante varios minutos, sobre la cama se abrió una parte del techo exactamente igual a esta, sobre la que había una red y sobre esta se oían palomas. De golpe se abrieron las cinco trampillas, en una la de beber, pegado en un lateral había un tampón ensangrentado atado a un cordel muy fino, y de unos dos metros de largo, lo cogí y lo tiré con asco. En la pantalla apareció, TIENES QUE METER EL TAMPÓN EN EL AGUA QUE HAY A UNOS DOS METROS Y EMPAPARLO, UNA VEZ LO SAQUES PODRÁS BEBER DE ÉL. Hijos de puta, grité. Se abrió la trampilla de mi letrina, esta era bastante más ancha y ya estaba llena de excrementos que hedían, además entre estos flotaba una rata muerta, sobre la letrina había un enrejado, que no dejaba meter ni la mano, supuse que era para que no me tirase dentro. Inmediatamente se abrieron las otras tres trampillas, en la primera había, trozos masticados de calamar nadando en un líquido amarillento aún tibio, en la segunda estaba claro que el donante había bebido sangría o calimocho y había comido patatas fritas, que había masticado con prisa, acompañadas de restos de hamburguesas, y en el tercero había pasta nadando en un líquido amarillento que debía ser bilis.
Decidí, no comer ni beber y morirme de hambre, pero al cabo de unas horas, supongo que horas, ya que el tiempo no podía ser medido, decidí beber, cogí el tampón, y lo deslice hasta notar que aumentaba de peso, lo subí muy despacio por miedo a que se rompiera, lo cogí en mi mano, y lo exprimí sobre mi boca, cayeron varias gotas de sangre con el agua y me produjo una arcada, pero la necesidad pudo más, repetí la operación varias veces, al final apenas le quedaba sangre, cuando metí el tampón por quinta vez se cerró la trampilla, cortando el hilo, se volvió a abrir y apareció un tampón nuevo, nuevo por decir algo, esta usado y muy manchado, además debía llevar un par de días usado, porque apestaba. Deje de beber, ahora sentía hambre, desde las pantallas se me animaba, LA COMIDA Y LA BEBIDA ES SANA, miré los tres recipientes, metí la mano en el de los supuestos calamares, que se mantenía caliente, debía haber una especie de resistencia debajo, saqué todo el líquido sobre mis manos y me metí un trozo de calamar en mi boca, y después otro, al final comí unos diez, ahora tenía manchadas las manos del caldo de los calamares y me apestaban, miré la estancia y no podía limpiarlas, así que las froté contra el acolchado de la pared, limpie algo, aunque me quedaron pegajosas. Me acosté sobre la cama, ya había alguna cagada de paloma, pero había media cama limpia así que me eche sobre este lado, cuando desperté tenía la cara llena de pequeñas heces de paloma, y no podía lavarme, cogí mi tampón, y me moje la cara varias veces, lo cortaron cada segunda vez, si intentaba lavarlo, me lo cambiaban, si me lavaba con él, me lo cambiaban, para que me manchara de sangre, comencé a olerme, y la verdad era asqueroso, era una mezcla de heces de pájaro, sangre menstrual, y vómitos de varios tipos, ya que al final decidí probar algún "exquisito manjar más". Ahora se acababan de cerrar las trampillas y se volvieron a abrir, en el primer plato, había una masa marrón con trozos de carne machacados y restos de pescado, en el segundo había arañas vivas, que no podían salir por si mismas, y en el tercero, había una chocolatina, me tiré con avidez sobre esta y era mierda, era mierda, no era chocolate, era de mierda, la arroje con asco al tiempo que volvía a gritar un insulto, cada vez con menos fuerza. Al cabo de unas horas, decidí comerme las arañas, estas al menos estaban frescas, me metí la primera en la boca, y tarde un poco en morderla, así que sentí sus patas correteando por mi lengua y la presión que hacía contra mis labios con el fin de salir. Apreté los dientes y sentí sus jugos deslizarse hasta el interior de mi garganta, mastique y trague como un poseso, al final me comí todas las arañas, calmando un poco mi apetito, ya con más practica, las siguientes no me costó tragarlas, primero les mordía en lo que debía ser la cabeza, matándolas y después me las comía con toda tranquilidad. Con las tres últimas hasta disfrutaba con el crujido que sonaba al masticarlas.
Cada vez estaba más manchado, termine durmiendo en el suelo, ya que la cama se convirtió al tercer día en una mancha informe y asquerosa, estaba lleno de llagas, que se debían infectar por toda la porqueria que me cubría, decidí no moverme, y comer lo menos posible, en la letrina asignada, las ratas no estaban muertas e intentaban morderme, poco a poco me acostumbre a los olores. Los primeros días golpee e intenté salir, intente matarme,pero no lo conseguí, y me rendí, me deje llevar, y un día de repente se abrió la puerta, me cargaron en una camilla, y me lavaron muy despacio y con agua tibia, me afeitaron, y me dejaron en una habitación, de hospital donde tardé en recuperarme un par de meses más, como nadie sabía donde estaba, nadie vino a verme.
Excepto mi primo, me felicitó, me explico que se habían puesto en contacto con mi trabajo, y que no había ningún problema, enviaron una baja por un gran accidente, y ya está. Estaba orgulloso de mi, dijo, había superado la prueba con mucha fuerza y valor. Tenía mi dinero en mi cuenta, medio millón libre de impuestos. Gracias a mi, ahora sabían hasta donde podrían llegar en las cárceles del tercer mundo y en algunos manicomios rusos y chinos, podrían ahorrar millones. Sentí en un momento más asco que todo el que sentí dentro de mi sala de tortura.
Al día siguiente, me dieron mi ropa, mi cartera, y por fin pude ver la luz del sol, mire hacía el este, acababa de amanecer, aún había esperanza para mi...
Yo avise, no estoy contento con el resultado, podía haberlo hecho mejor, mañana escribiré algo bonito, bicos.
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