viernes, 4 de diciembre de 2009

Hoy voy a hablar de ti

Hoy voy a hablar de ti, solo de ti, solo de ti, cariño. Eres maravillosa, a veces me engañas y te vuelves arisca, e incluso cruel, pero tú y yo sabemos que solo lo haces para que los momentos buenos sean aún mejores. Estoy aquí sentado escribiendo mientras tu estas dormida, y aún no entiendo como puedes compartir tu tiempo con un ser tan gris y triste como yo, como una diosa como tú puede mirarme y mostrarme su afecto, a veces temo volverme un engreído ya que si un ser tan maravilloso como tú puede compartir parte de su vida conmigo algo debo tener, aunque, y esto no es falsa modestia, yo no lo veo. Todas las cosas que han tenido que pasar para que llegásemos a conocernos, y todas las que pasan cada día, las que nos distancian y las que nos vuelven a unir, las que nos hacen felices y las que nos hacen daño, las buenas casi siempre ocurren contigo cerca y las malas casi siempre pasan cuando no estás. Y todo esto sin mencionar lo bonita y guapa que eres, aunque en esto yo no soy un buen juez, podrías llenarte de granos, engordar cincuenta kilos y seguirías siendo hermosa, y lo sabes, solo el brillo de tus ojos cuando sonríes hace que la vida valga la pena, solo con que me mires y te alegres de verme, hace que la vida sea maravillosa. Hoy he hablado de ti, otro día hablaré de mí.

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