jueves, 28 de octubre de 2010

Yujuuu, ¿hay alguien ahí? Lo siento, es que parece que he pillado el síndrome del pánico al papel (pantalla) en blanco, no se me ocurre nada digno de tan excelsa audiencia y escribir por escribir, pues no, no sea que me salga algo decente y tire mi reputación por los suelos. Busqué temas por doquier, intentando encontrar algo sobre lo que escribir, telediarios (que mierda de mundo), la miniserie de humor sobre la Familia Real que hicieron en tu cadena amiga, hasta un Sálvame entero me tragué, en una de las experiencias más duras de mi vida y nada no fuí capaz de encontrar algo que hiciese arrancar mi atrofiada inspiración. Así que trataré de hablar de un tema que ultimamente me tiene obsesionado, que seguramente sorprenda a las personas que me conocen, el sexo. Pero no el sexo en general, ni tampoco cosas que se salen de lo común (coprofagia, bukakes, zoofilia etc...), no, lo que me tiene intrigado es como será el sexo dentro de veinte años. Ya que seamos sinceros con nosotros mismos, ya vamos teniendo una edad y si todo nos va bien a los que tenemos una relación estable, dentro de veinte años nuestras parejas se acostarán con un señor mayor, y yo, por ejemplo, me estoy convirtiendo poco a poco en el hermano alto de Juanito Navarro, no en Paul Newman precisamente. Así que si mi mujer me sigue queriendo y sigue conmigo, no se como va a sentirse atraída físicamente por mí y cuando se sienta atraída yo tendré la fortaleza física necesaria para estar a la altura. Dios que tribulaciones. Ella de momento sigue una evolución similar a la de Sofia Loren, sinceramente creo que si sigue siendo la persona que es ahora, va a ser muy fácil estar con ella. El problema soy yo, me veo haciendo el papel de Mr. Robinson en el Graduado, solo espero que coja algo más mono que Dustin Hofman.

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