jueves, 15 de mayo de 2014

22 DE GERMINAL (PART TWO)


Terminé de limpiar y recoger sobre las 8, olía a limpio y el micro apartamento estaba ventilado, había empezado a moverme, me di una ducha y salí, ahora tenía dinero y la verdad me sudaba lo del tinte y lo de las gilipollas éstas, anda que no habría colores, pero claro me venían muy bien los 10000 €, así que al día siguiente empezaría, pero ahora no, ahora tenía que salir a la calle.

Lo primero era darme un caprichito, o mejor dicho dos, ya no tenía que tirarme un par de meses ahorrando y encima tener que escoger entre los nuevos y muy necesarios discos recopilatorios de  "Andy y Lucas" y  "La Unión",  seguramente salvarían la industria musical española, ahora podría tener los dos. Así que henchido de ilusión, vestido con una camisa y oliendo a colonia salí corriendo hacia el Simago que había enfrente de casa, no fuera a ser que se agotasen. Llegue al stand de música y me extrañó no ver colas, pero bueno, hay días en los que todo sale bien, cogí mis discos y estuve tentado de coger otro de Ramoncín, pero no hay que exagerar y a mi los momentos de placer me gusta administrarlos con mesura, que luego cuando termina la magia acabas muy jodido.

Me fui hacia las cajas con mis adquisiciones completamente ilusionado, salivando, adelantando el placer de la primera escucha, ese momento cuando consigues romper el celofán y pones la música que anhelas al tiempo que página a página vas descubriendo en el libreto los secretos del disco, cuando de repente, al pasar por la zona de cosméticos vi un cartel enorme, se me cayeron los cds, solté una blasfemia y sonreí, busqué entre los productos el que necesitaba y salí apresurado tras pagar mi compra.

Llegué a casa y puse música, ahora tenía prisa por volver a ver a la señora. Pero no tenía su teléfono y presentarme en su casa después del follón con la policía no parecía los más adecuado. Entonces recordé algo que había leído en algún sitio, decía la leyenda que si te ponías delante de un espejo y decías su nombre tres veces seguidas aparecía y privatizaba algo. No soy un hombre crédulo, pero no tenía nada que perder.

Me fui al baño, me concentré... y lentamente, marcando cada sílaba dije su nombre tres veces, no pasó nada.

Al cabo de medio minuto sonó el timbre de la puerta, no daba crédito, un escalofrío recorrió mi cuerpo, abrí corriendo y allí estaba ella.

- Oye majo, se me olvidó antes con las prisas, ¿el solar ese donde hay coches aparcados de quien es? - sería casualidad, no digo que no, pero me asusté de verdad.

- No lo se, pe..pero he resuelto lo que me encargó.
- Que rápido. Y además esto está limpio. Cuéntame cómo lo has conseguido.
- Lo único que ha pasado es que han cambiado el nombre del tinte y el color de la caja, hay carteles por todos lados. Aquí tiene una muestra.

Se sonrojó un poco, parecía avergonzada.

- Lo sabía, solo era una prueba para ver si tu capacidad seguía intacta.-Y una polla, pensé elegantemente, pero no dije nada.- Aquí tienes tu dinero- dijo al tiempo que sacaba un sobre del bolso.
- ¿Ya traía el dinero?-  No logré disimular mi sorpresa.
- Desde lo del cajero he decidido tener siempre sobres preparados. Y además ya está descontado el 20 por ciento para Hacienda.
- ¿Cómo?
- Es que se ha puesto la cosa horrible con el Montoro y todos estos jueces. Bueno, gracias, me voy.

Nos despedimos con un beso apasionado ( es broma).

Han pasado unos días y ya han empezado las obras en el solar, van a hacer un parking, donde antes se aparcaba gratis vamos a tener que pagar un módico precio de tres euros la hora. Que tía.

Ahora solo tengo que pensar en que gastarme mi dinero. Lo que de verdad me apetece no es posible. No puedo volver a Santander a ver a Xuxu  con Iso y Beni, ni ir a un concierto de Hot & Wet, ni volver a Santiago a cierto piso de estudiantes. Ni volver a las 7 de la mañana con Arman y que empiece a tocar Wanted a oscuras, ni a Orense con Fermín, ni tantas cosas, bueno en realidad sí, si me concentró y cierro los ojos puedo revivir esos momentos y otros muchos que fueron mágicos y siempre lo serán, y que en cierto modo hacen que seamos como somos.

Así que voy a darme un capricho, una tele grande por ejemplo y luego voy a empezar a ahorrar y ya veremos que nos depara el futuro.

Bicos, otro día más.

 





2 comentarios:

witto dijo...

Volver a casa a las 7 solo es proponerselo, siempre hay alguien dispuesto, rondeiros rules!

pradoisdead dijo...

Ya lo se, pero la vida nos lleva por otros derroteros. Y aquí es imposible. Un día quedamos. Ok?