No había calculado bien los riesgos de sacar a la luz pública la trama en la que estaba involucrada la Agente LS66. Al día siguiente salí de casa como todos los días, tranquilo, oliendo a colonia, dispuesto a comerme el mundo, cuando vi a dos tipos enormes que parecían una promoción viviente de esteroides anabolizantes.
Tras un gruñido inteligible, uno de los gorilas gritó "ES ÉL", mi sexto sentido actuó como un rayo, diciendo "problemas", durante un momento pensé en enfrentarme a ellos, pero no quería abusar, así que opte por iniciar una carrera frenética, lanzándome en un sprint majestuoso hacia la libertad, solo me falto decir "mec, mec", lástima que solo aguantase diez metros corriendo antes de comenzar a jadear (definitivamente el tabaco es malo). Me llevaron en volandas sujetándome cada uno por un brazo, a pesar de mi corpulencia, parecía que no les costaba ningún trabajo. Tras ponerme una capucha para que no viese nada, escuche a mi mujer que gritaba desde la ventana "¿Tendrás pagado el seguro de vida? ¡O eres tan inútil que ni eso sabes hacer!".
No se porqué, pero la imagen de una hiena devorando los restos de un escuálido ñu acudió a mi cabeza.
Me esposaron a la espalda y me tiraron en el asiento trasero del coche. Tras acomodarme como pude, dije:
- ¿Puedo hacer una pregunta?- desde la parte delantera uno gruñó algo así como una afirmación y lance la pregunta que nos iba a aclarar donde estábamos cada uno.
-¿Es cierto que los anabolizantes causan impotencia?
El puñetazo en los testículos me dejo claro donde estábamos cada uno, así que el resto del viaje lo hice calladito. Cuando sonó en el equipo de música el último disco de Paloma San Basilio estuve a punto de protestar e incluso de intentar saltar del coche en marcha, pero el miedo que sentía al no ver nada me impidió tanto moverme como protestar. A pesar de que me estaban torturando con la música sabía que no me iban a matar, sino para que me habían tapado los ojos.
Tras escuchar unas seis canciones llegamos a nuestro destino, me quitaron la capucha, estábamos en la plaza de toros de Las Ventas, no daba crédito, empecé a protestar, se limitaron a cogerme en volandas otra vez dejándome en el centro del coso, me quitaron las esposas y me sentaron en el suelo, de repente se abrió la puerta de toriles, me asuste, me levanté, y de la puerta salió... Jordi Pujol.
- TOJJJJ, AJJJ, TOJJJ, Perdone por el número joven, pero a TOJJJ, AJJJ, TOJJJ, Osvaldo y Atanasio, a veçes les gusta impresionar.
Mantuvimos una interesante conversación en la que me dijo que estaba allí porque había adivinado lo de la Agente LS66 y que él era el jefe y organizador de todo esto, que había trabajado para todos los gobiernos de la Democracia, que los agentes iban entrando y saliendo y que estaba equivocado en lo del Gobierno de Aznar, lo que pasa es que durante este gobierno apareció la que es su mejor agente, BS73, y los demás agentes solo aparecían puntualmente. Se ve que congeniamos ya que al cabo de dos horas estábamos de cañas por el centro, tras beberse un litro de Mahou de golpe se atrevió a explicarme porqué estaba allí, me iban a reclutar, necesitaban a alguien anónimo para desbaratar los planes de destrucción total que estaba llevando a cabo Teddy Bautista, se ve que se había cabreado mucho con los últimos escándalos de la SGAE.
El terrorífico plan consistía en grabar un disco con el trío formado por Mariah Carey, Kenny G y Michael Bolton, además en una de las canciones colaboraría Celine Dion y en otra era seguro que participaría Amaia Montero (Diabeticos del mundo daros por muertos), esto era grave pero lo peor es que lo producirían mano a mano Luis Cobos y Queco (el del Asereje), lo harían en Málaga,en los estudios que habían comprado allí para perpetrar este crimen de lesa humanidad.
Acepte de inmediato, no solo España, el mundo corría peligro.
Tras acceder a mis peticiones de aprovechar el viaje en coche cama hasta Málaga para grabar una película que siempre había querido hacer. Firmé mi contrato. El señor Pujol me despidió con un "Viva España" y me abrazó. Hay cosas que nunca entenderé.
Subí al tren, en mi reservado me esperaban dos chicas de proporciones áureas, que me recibieron con una sonrisa encantadora. Tras las presentaciones, antes de empezar a grabar comprobé que estaban las fustas, las tres cámaras, los consoladores y las pilas...Gran película algún día quizás cuente de que va.
Llegamos a las 08´00 horas, tras despedirnos, me quedé solo en la estación con una gran sonrisa a pesar del dolor de nalgas, entonces la vi, allí estaba mi vieja obsesión esperándome a mí, mi querida Agente LS66..
Continuará, o no....
Besos otro día más.
jueves, 29 de marzo de 2012
martes, 13 de marzo de 2012
AGENTE LS66
Yo no estoy loco aunque a veces lo parezca, supongo que si
un psicólogo analizase a fondo lo que escribo en estas páginas, llegaría a la
conclusión de que necesito medicación hasta quedar catatónico.
Aunque gran parte del malfuncionamiento de mi cabeza es solo
mía, la otra parte, la que cierra el círculo de la locura, es debida a una obsesión, a una
obsesión por una mujer.
Todo comenzó en 1988, estaba viendo uno de los finales de
etapa de la Vuelta
Ciclista a España, (no me gusta el ciclismo, pero a mi padre
sí, y por aquel entonces solo había dos cadenas de televisión), entonces la vi, era una de las chicas que se subían en el
podio con los ganadores, entregando premios y flores, recuerdo que al verla
pensé: con lo buenas que están las del Tour. ¡Vaya por Dios, así nos va!
Al cabo de unas pocas semanas en una Interviu, volví a
verla, no salía desnuda, daba una entrevista apasionante, dando rienda suelta a
su elevado intelecto, haciendo manifestaciones de un profundo calado tales como
“Los ciclistas me hacían proposiciones todas las noches (o algo así)”. Lo que
me llevó a preguntarme ¿A quien se la chupará la bizca esta? (capte el lector
mi gran capacidad analítica a pesar de mi juventud).
Tras leer la susodicha entrevista, comencé a obsesionarme
con esta persona, luego comenzó a salir con asiduidad, hizo un anuncio de Shweppes
en el que acompañaba a Arturo Fernández
y decía tres frases, que por cierto no decía ella ya que la doblaban, el
anuncio no había quedado muy bien, supongo que llevarían cien tomas cuando ya
hartos lo dejaron como estaba. Me imagino al Insigne Arturo diciéndole
“Céntrate chatina, céntrate”. Pero viendo el anuncio está claro que no se
centró.
Aquí yo ya pensaba que no solo se la chupaba a algún
jerifalte incapaz de apreciar la belleza, si no que además lo tenía que hacer
muy bien. Es la única explicación dado que el nivel de talento en esta mujer es
solo comparable al nivel de democracia en la
Edad Media.
Mi obsesión casi era enfermiza cuando sucedió lo peor, algo
que ni en el peor de mis sueño podía imaginar, le dieron un programa diario
dedicado a la infancia, en el que por fin escuchamos su voz, esa voz, odiosa,
chillona, molesta al decir la frase más sencilla, una voz de esas que te ponen
de mal humor en cuanto las oyes. Estoy
seguro de que por culpa de este programa nació la generación Nini.
Una vez que dejó el mundo de la infancia, su estrella se fue
apagando, apenas salía, participó con escaso éxito en algún “Reality”, y al
final tratando de volver a estar en el candelero, apareció simulando que
follaba en la playa con uno de los muchos hombres que la acompañaron a lo largo
de estos años, y yo, pobre de mí, cada vez que la volvía a ver, me quedaba
alelado por unos días.
Hace poco, y este es el motivo por el que escribo esto, totalmente
abducido mentalmente, llamé a un amigo que tengo en el CNI y le pedí que
hiciese indagaciones, al principio se negó alegando que no estaba para
tonterías, pero tras varios días de llamadas cada media hora, accedió, y al cabo
de una semana me entregó un dossier, no sin antes advertirme que era alto
secreto y que no podría revelar absolutamente nada de lo que iba a entregarme.
Con ansiedad una vez llegué a casa leí el dossier con
avidez, lo que apareció ante mis ojos explicaba todo, al final no estaba loco.
La mujer en cuestión, la que no se cubría las raíces con el
tinte, era en realidad una Agente Especial, formada por el Gobierno del PSOE,
para desviar la atención de la sociedad, cada vez que aparecía un escándalo, o
bien había una crisis, o la sociedad comenzaba a pensar libremente, ella
aparecía en los medios distrayendo a la opinión pública, fue la mejor agente que
tuvo el Gobierno hasta mediados de los 90 cuando Aznar llegó al poder y eliminó
de un plumazo el Grupo Especial al que pertenecía nuestra heroína, condenándola
al ostracismo.
Fue la gran baza del control ejercido por el gobierno
socialista durante los 90, la única persona capaz de desviar la atención del
público pasase lo que pasase, cuando ella aparecía en televisión nadie podía
pensar algo que no fuese ella, su nombre clave era LS66, no puedo revelar nada
más ya que no solo pondría en peligro mi vida, sino también la suya, la de una
mujer que tan grandes servicios hizo a España a cambio de nada, dejando además su
reputación por los suelos.
En fin, a mediodía alegría.
Definitivamente estoy como una puta cabra.
Besos otro día más.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)