martes, 22 de marzo de 2011

EXPECTATIVAS

Las expectativas son esas divagaciones de la mente, que o bien hacen que crezcamos en busca de algo con lo que hemos soñado, o bien, que nos hundamos poco a poco en un fango miserable que nos impide avanzar en nuestra propia vida, en la de verdad, no en la que soñamos. Veamos, todos creemos, salvo en raros momentos, que nuestra vida tiene que ser mejor, que tiene haber algo mejor que lo que tenemos, muchas veces nuestra vida es maravillosa y no podemos verlo y lo que es peor no podemos sentirlo. Sin ir más lejos, cuando vemos a un atleta o a un actor macizorro, un chulazo vamos, dices joder! si hago deporte me pongo así, y hostias, hostias es lo que te das el primer día cuando te tropiezas después de cinco años sin hacer nada y te lías a correr como un loco y cuando estás casi sin resuello, cuando has perdido toda la coordinación por el agotamiento tras cien metros de carrera, te caes para regocijo de todos los que te están mirando, te caes pero de la forma más torpe posible, todo mono con tu chándal, nike o adidas eso sí, ya que hacemos algo, lo hacemos con clase, nos estampamos con clase, volvemos cojeando con clase, y nos tiramos en el sofá durante un mes o dos hasta que se nos cure el esguince, pero con mucha, mucha clase.
Las expectativas lo joden todo, estás esperando con ansia un reencuentro, imaginando que todo va a ser como antes o mejor, porque la cabrona de tu memoria ha borrado lo malo, no se porqué, y de repente, coño no era tan guapo/a, ni tan gordo/a, no recordaba que tuviese tanta habilidad para interpretar himnos regionales eructando...
Y así con todo, hoy en la bono loto a alguien le han tocado más de cuatro millones de euros y no soy yo, ja, pobrecito al que le ha tocado, seguro que ha estado soñando con lo que haría si le tocase, y ahora que le ha tocado, fijo que nada es tan bueno como soñaba, si por casualidad estás leyendo esto, querido nuevo rico, para que tus expectativas no se vean defraudadas yo me ofrezco voluntario para realizar el sacrificio por ti, yo cobraré el boleto, yo viviré sin trabajar, sin preocupaciones de índole pecuniaria, como he soñado mil veces, fijo que no es tan bonito como parece, y que a mayores expectativas mayor desilusión, ya te digo, yo de ti no dudaba, además me comprometo a irte contando lo mal que lo voy pasando a medida que mis sueños se van deshaciendo en una vida de desenfreno y gasto sin control, solo para reconfortarte, mientras tú sigues con una vida maravillosa siempre al borde la bancarrota y del deshaucio, pero eso si, tranquilamente sin ninguna expectativa.

Bicos, mañana más, a menos que me llame el de la Bono Loto.

No hay comentarios: